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¿Cuál es la diferencia entre la combinación imán-imán e imán-hierro?

Los imanes y el hierro se atraen entre sí, pero no son capaces de repelerse.
Cuando se da contacto pleno, la atracción entre imán y hierro es igual de intensa que la atracción entre dos imanes iguales. Conforme aumenta la distancia, la atracción entre imán y hierro es considerablemente más débil que la atracción entre dos imanes. Esto se debe a la baja magnetización remanente del hierro.

Índice

Diferencia respecto a la repulsión

Un imán permanente y una placa de hierro se atraen entre sí. No se produce repulsión tal y como sucede entre dos imanes permanentes (véase FAQ sobre atracción y repulsión).

Diferencia con respecto a la atracción

En caso de contacto pleno, la fuerza de atracción entre un imán en bruto y una placa de hierro es igual que la atracción entre dos imanes en bruto. No obstante, conforme aumenta la distancia, la atracción disminuye más rápidamente en comparación con la atracción entre dos imanes en bruto (véase gráfico). Esta afirmación la puede corroborar también mediante nuestra herramienta de cálculo de fuerza de sujeción.
Nota: Estas afirmaciones se aplican a los imanes en bruto. Para los imanes en recipiente, la atracción con respecto al hierro es superior que con respecto a otro imán en bruto (véase FAQ sobre imanes en recipiente).
Ejemplo con disco magnético S-12-06-N
Eje x: distancia
Eje y: fuerza de sujeción
Rosa: atracción imán-imán
Azul: atracción imán-hierro

Explicación de este fenómeno

izquierda: material ferromagnético
derecha: imán elemental
izquierda: material ferromagnético
derecha: imán elemental
Los materiales ferromagnéticos (hierro, cobalto, níquel) contienen imanes permanentes microscópicamente pequeños (imanes elementales). Estos imanes elementales pueden girar de manera individual y se pueden ajustar con mayor o menor intensidad mediante los campos magnéticos generados desde fuera. De esta manera, se magnetiza el material.
izquierda: imán permanente
derecha: material ferromagnético
izquierda: imán permanente
derecha: material ferromagnético

Explicación sobre la remanencia

Un superimán también contiene imanes elementales. Al fabricar un imán permanente, se ajusta mediante un campo magnético muy intenso generado por un electroimán. Si este campo magnético externo se vuelve a desactivar, el ajuste se mantiene más o menos en el imán permanente (en este caso se habla de magnetización remanente: remanere = permanecer). Así pues, un imán permanente puede ajustarse y, por tanto, magnetizar otros materiales ferromagnéticos. Así sucede en caso de darse contacto pleno entre el imán y el hierro: el imán transfiere al hierro su magnetización y, a causa de ello, este último se comporta como un imán.

Diferencias en la remanencia

Sin embargo, la orientación de los imanes elementales no es permanente en todos los materiales ferromagnéticos. Dependiendo de las propiedades intrínsecas del material, tras eliminar el campo magnético externo, queda o bien mucha, o bien poca o prácticamente ninguna magnetización.
Por ejemplo, en una pieza de hierro de elevada pureza se disuelve prácticamente por completo el orden de los imanes elementales tras retirar el campo externo. Sin embargo, en una placa de hierro normal, la orientación se mantiene mejor, pero es mucho más reducida que en un superimán.

Implicaciones prácticas

La atracción entre un imán permanente y una placa de acero disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia, dado que la magnetización de la placa de acero se reduce rápidamente. Dos imanes permanentes se atraen con mayor intensidad conforme aumenta la distancia, ya que la magnetización en ambos imanes permanece prácticamente igual